Hay muchas personas que les gusta la idea de visitar Islandia en una época fría, sin embargo también están los que prefieren temperaturas más moderadas y sol y, para eso, lo mejor es ir en verano.
Como los días son más largos y las temperaturas mucho más llevaderas, es un momento perfecto para recorrerla de arriba abajo, pudiendo apreciar muchas atracciones. Además, las fotos y los vídeos quedan con una ambiente y unos colores brutales, casi como si fueran sacados de una película.
En verano, la isla no pierde su magia en ningún momento, y para demostrártelo, te vamos a contar un poquito todo lo que puedes hacer si planeas visitarla en esta época del año.
¿Estás listo para hacer tu maleta?
Viajar a Islandia en junio
En este mes ocurre la transición entre la primavera y el verano o, lo que es lo mismo, en el comienzo de la temporada alta.
Esto tiene sus cosas buenas como, por ejemplo, que el precio de la comida y de algunos restaurantes tiende a bajar o a haber ofertas debido a la gran demanda.
Sin embargo, con el alojamiento es distinto. Si no has reservado con antelación, te resultará difícil encontrar un sitio donde quedarte a dormir, aunque eso sucede, sobre todo, en Reikiavik.
Con el verano a la vuelta de la esquina, muchas personas buscan destinos “acuáticos”, así que las lagunas cobran importancia. De entre todas las opciones posibles, está claro que la Laguna Azul (Blue Lagoon) es la mejor.
Si buscas algo más tranquilo, puedes probar a bañarte en cualquier de sus ríos volcánicos, aunque hay que tener cuidado con los cambios de temperatura traicioneros. Puedes encontrar muchos de estos ríos alrededor del Círculo Dorado.
En caso de que quieras despedir tu aventura con una imagen imborrable, tendrás que ir a visitar una de las cascadas más impresionantes del mundo, capaz de rivalizar con las famosas cascadas del Niágara: Detifoss, al sur de la isla.
A casi 7 horas de la capital y a más de 500 kilómetros, esta cascada es puro espectáculo. Sin embargo, a pesar de que es una de las mejores atracciones de la temporada, no todos los turistas deciden visitarla debido a su ubicación.
Viajar a Islandia en julio
Antes de contarte todo lo que puedes hacer y el itinerario que puedes seguir, vamos a hablar del equipaje porque no es lo mismo ir a Islandia en julio que en noviembre.
Puede que las dos piezas más importantes de todo el equipaje sean el calzado y el impermeable ya que ambos serán tremendamente útiles según las situaciones.
Para cualquier otro lugar del mundo, quizá los zapatos de goma transpirables sean la mejor opción, pero Islandia no es un lugar cualquiera… Las atracciones principales muchas veces incluyen la exploración de cascadas y ríos y no es para nada cómodo andar con ese tipo de calzado empapado de agua.
Aquí las mejores aliadas son las botas impermeables, aunque en cuanto llegues a tu alojamiento te las quites.
Para andar por ciudad sí podrías llevar calzado de goma aunque tienes que tener en cuenta que en Islandia llueve con frecuencia, incluso en verano, por lo que tendrás que decidir si realmente merece la pena.
El impermeable será la otra prenda estrella de tu maleta porque, como acabo de decir, en Islandia llueve con muchísima frecuencia, así que para no arruinar tu visita a cualquiera de las atracciones, lo mejor es llevar siempre uno.
Aparte de eso, la combinación entre ropa ligera transpirable y rápida de secar con algún cortaviento para los días más fríos, te tendrá preparado para la mayoría de situaciones.
No hace falta abrigos muy gordos porque no hace un frío excesivo, pero sí se necesita bañador y toalla para cuando quieras pegarte un chapuzón en los baños naturales.
Para aprovechar la temporada y el hecho de que no te congelas en cualquier esquina, las playas de arena negra son una muy buena opción para caminar y explorar. Dyrhólaey puede que sea la más popular, no precisamente para bañarse, sino para observar todas las formaciones rocosas que rodean la bahía y sacar fotos bastante chulas.
Lo que si hay que tener en cuenta es que en Islandia hace bastante viento en cualquier época del año, así que lo mejor es ir algo abrigado, con un cortaviento como mínimo para poder disfrutar del paisaje.
Donde tal vez se aprecie mejor el verano sea en las zonas más al norte de Islandia. Detifoss (una de las cascadas más espectaculares de Europa) y sus alrededores puede que sea el vivo ejemplo de ello. Es un entorno de película que no te lo crees hasta que estas allí.
Para llegar a la gran cascada, tienes que conducir como un par de horas desde la capital, pero es que entre medias hay muchos lugares interesantes que visitar, así que lo mejor es diseñar un itinerario y respetarlo. De esta forma, no te perderás ninguna de las atracciones más relevantes que hay de camino(cascadas, el círculo dorado, géiser, glaciares, etc).
Además, alrededor de Detifoss hay varias rutas para hacer un poco de senderismo, las cuales están clasificadas con diferentes colores que indican su dificultad (verde para las más fáciles, azul para las normales y rojo para las más complicadas).
Lo ideal es planificar las atracciones que quieres visitar en base a los días de tu estancia. Ten en cuenta que en 7 o 9 días puedes recorrer un par de ciudades y en un mes aproximadamente puedes recorrer casi toda Islandia.
Viajar a Islandia en agosto
Aunque por la época se intuya que el clima será bastante soleado, en Islandia todo es diferente. Es más o menos como si se tratara del país al revés.
Es cierto que los días son más largos que las noches, incluso hay sol de medianoche, cosa que puede perturbar a más de un viajero, sin embargo la lluvia puede presentarse en cualquier lugar y a cualquier hora, por eso tan importante llevar siempre encima un impermeables.
Dependiendo del verano que te toque, la temperatura podría ser agradable o no. Hay veranos bastante normales donde lo habitual es estar entre los 14º C y los 26º C, como también hay otros donde la temperatura más alta es de 10º y la sensación térmica no sube por encima de los 3º o 4º grados.
Una de las cosas que se puede hacer en agosto es visitar el círculo dorado, un conjunto de diferentes lugares relativamente cercanos que se pueden visitar en un solo día. Lo bueno, además, es que está relativamente cerca de la capital.
De entre todos los lugares que conforman el círculo dorado, mi favorito es el parque nacional de Thingvellir . Todo lo que representa y su esplendor son impresionantes.
Dentro del propio parque, sobresalen dos formaciones rocosas que representan las placas tectónicas del continente europeo y el asiático. Justo en medio, hay una delgada línea que las divide, lugar que se ha vuelto muy popular para que los viajeros de todo el mundo saquen sus mejores fotografías en medio de dos contenientes.
Por otro lado, en Thingvellir hay una laguna donde se puede hacer buceo. Es una actividad que requiere reserva previa, pero merece mucho la pena ya que estarás buceando en medio de dos continentes.
A pesar de todas estas maravillas que nos ofrece el parque, sus alrededores tampoco se quedan atrás. Es una visita obligatoria en cualquier época del año, sobre todo en verano ya que, gracias al sol, se aprecia un panorama bastante épico se mire por donde se mire. Tanto es así que se llegaron a rodar algunas escenas de la cuarta temporada de Juegos de Tronos en ese lugar. Imagínate entonces cómo quedan las fotografías y vídeos.
Las cascadas siguen siendo un escenario impresionante para visitar, aunque con otra tonalidad debido al verano. En Islandia hay un montón para visitar y fotografiar, aunque muy pocas tienen un escondrijo como el de Seljalandsfoss. Una vez estás de frente a la cascada, si caminas unos metros a su izquierda podrás acceder a otra cascada secreta, mucho más pequeña, menos transitada y perfecta para sacar unas fotos realmente impresionantes.
Para acceder a ella necesitarás pasar por varios riachuelos, caídas de agua diminutas y algunas paredes algo estrechas, así que seguramente terminarás bastante empapado. Recuerda llevar botas y abrigo impermeables y tener bastante cuidado con los dispositivos electrónicos.
Aunque te desvíes un poco del itinerario, créeme que es una experiencia que vale la pena vivir.
Si decides viajar durante el mes agosto, recuerda que es uno de los meses que más turistas recibe, así que es probable que la isla y sus atracciones estén bastante concurridas.
Para cerrar tu visita a Islandia en verano con broche de oro, haz una parada en la laguna artificial más grande del país, la Blue Lagoon, la cual acoge a millones de turistas que vienen de todas partes del mundo. Por cierto, la visita a esta laguna puede que sea la más sencilla y rápida de toda tu estancia ya que se encuentra a unos 20 minutos del aeropuerto.
La entrada Islandia en verano: ¿qué ver y hacer? se publicó primero en Arctic Yeti.
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